El mercadillo de El Pardo, 30 años de historia que puede acabar
El mercadillo de El Pardo ha cumplido 30 años y el tiempo le ha pasado factura. Ya no es lo que era. Los más de 40 puestos que allí se levantaban se han quedado en 15 y los cientos de clientes que por allí pasaban se han reducido a la mitad. Pero, ¿por qué? Porque al mercadillo le está pasando lo mismo que a El Pardo, que sufre el abandono del Ayuntamiento de Madrid. Así lo afirman los vendedores que aún aguantan viernes tras viernes. “La Junta Municipal lo tiene abandonado. Por ejemplo, la ubicación de los puestos no está señalizada y esto es un problema, y algo que no pasa en otros mercadillos. Nosotros tenemos que pintar las rayas. Además, la policía apenas viene y su presencia es muy necesaria”, comenta Fernando.
Fernando viene desde hace 20 años a El Pardo para trabajar junto a su padre y hermana en su puesto de frutas y verduras ‘Fernando y Mari’. Su progenitor lo levantó por primera vez aquí hace tres décadas y fue uno de los primeros en hacerlo. Esta familia conoce de sobra el otro gran problema del mercadillo. “La gente se hace mayor y deja de venir, y como no se construyen viviendas pues apenas hay jóvenes. Los pocos que hay se van a comprar fuera”, nos dicen. Esta familia de vendedores ambulantes también trabaja en el mercadillo de Fuencarral y, además, conoce la situación de otros mercadillos madrileños.
“Los otros crecen, el de El Pardo, al revés, baja”, subrayan. Fernando, que insiste en que éste es el mercadillo de Madrid más abandonado sin contar si quiera con presencia policial, añade «no entiendo porqué no se construyen viviendas en los solares vacíos, aquí mismo hay uno vacío».
Enrique, vendedor del único puesto de ropa interior que aún queda aquí, también compara unos y otros. “El mercadillo pardeño es una pena. Muchos días perdemos dinero. Yo me he llegado a plantear dejar de venir”, nos comenta. Él sólo se lo ha planteado pero muchos ya lo han hecho. No hay más que recorrer la calle San Leandro para ver los huecos que allí hay. “La gente no vende, se aburre, se cansa y se va”, dice rotundamente Fernando.
Los clientes, testigos del declive
Actualmente, en el mercadillo de El Pardo hay 8 puestos de fruta y verdura, tres de ropa, uno de alimentación, otro de frutos secos y uno de calzado. Los primeros son los más demandados por los clientes. Pero, ¿qué piensan ellos de la situación del mercadillo? Han sido testigos de la bajada del número de puestos y coninciden con los vendedores en la razón. “Desde que empezó viene la mitad de gente porque está abandonado”, nos dice Isabel. “En El Pardo vamos siendo más mayores que jóvenes”, añade Margarita.
Al igual que en otros lugares de Madrid, los vendedores del mercadillo de El Pardo han de pagar una cuota anual de 149€ y tener el carnet de manipulador de alimentos para poder ejercer aquí su trabajo. Por otro lado, cotizan a la Seguridad Social y cumplen su obligación con Hacienda. Esa cantidad les da derecho a montar un puesto a lo largo de 6 metros y vender durante la mañana de los viernes. Su jornada comienza a las 7h., cuando empiezan a montar su puesto, y concluye a las 14h.
