“El Pardo me ha recibido de una manera muy cordial. La gente es entrañable”, Isabel Montalbán Silgo, coronel jefe del Regimiento de Guerra Electrónica Nº31
La coronel jefe Isabel Montalbán Silgo es la primera mujer en ocupar este cargo en el Regimiento de Guerra Electrónica Nº31 (REW31), ubicado en El Pardo. Sus 32 años en el Ejército le han proporcionado la experiencia suficiente para asumir esta función. No obstante, reconoce que lo más importante al llegar a un destino es hablar con el personal, empaparse de su experiencia y conocer sus necesidades.
El 16 de diciembre de 2024 le entregaron el mando. Hoy, casi ocho meses, y también siendo jefa del Acuartelamiento Zarco del Valle, donde se encuentra el REW31, hace balance con ElPardo.net y asegura que es “muy positivo” y le enorgullece estar al frente de una unidad que está en todo su apogeo por los acontecimientos mundiales que acontecen en la actualidad.
– Coronel, usted fue la tercera mujer en ingresar en la Academia General Militar del Ejército de Tierra (ET) y la segunda coronel más antigua del Cuerpo General del ET. Sí, ingresé en 1992, cuatro años después de que se permitiera la incorporación de las mujeres en el Ejército. No soy de familia militar, pero la relación con los uniformes siempre la he vivido porque mi padre era inspector jefe de policía. Además, mi hermano ingresó tres años antes, también en la Academia.
– ¿Cuál fue su primer destino? El Mando de Artillería de Costa del Estrecho (MACTAE) de Tarifa. Fue uno de los destinos que más me ha marcado, por ser el primero. Allí llegué con unas ganas tremendas y queriendo desarrollar mi trabajo lo mejor posible, pero también sabiendo que tienes que ser humilde y dejarte asesorar por los que llevan más tiempo.
– ¿Y los siguientes? El segundo fue la Dirección General de la Guardia Civil, donde también trabaja personal de Tierra. Allí estuve como capitán y comandante. Después, hice un curso de logística en Calatayud y, también como comandante, trabajé en la Agrupación de Sanidad Nº1 (AGRUSAN) de Pozuelo de Alarcón. Tuve la suerte de mandar, durante tres años, un batallón en el Regimiento de Transmisiones nº22, ubicado en esta localidad madrileña. Mi siguiente destino fue la Jefatura de Sistemas de Información, Telecomunicaciones y Asistencia Técnica (JCISAT).
– ¿Ha estado de misión en el extranjero? Sí, en Kosovo, Macedonia, Líbano y Turquía. Desde este último destino me evaluaron y vine al Regimiento de Guerra Electrónica Nº31, que yo había solicitado.
– ¿Qué le hizo solicitar el REW31? Una de las razones fue que está en Madrid, donde tengo a mi familia, y otra, lo bien que me hablaron los compañeros de promoción que habían estado aquí.
– ¿Qué se encontró al llegar? Una unidad que tiene mucha importancia en los tiempos que corren, en los que la guerra electrónica es punta de lanza. Desconocía los sistemas con los que aquí se trabaja, por lo que lo primero que hice fue dejarme asesorar por los buenos profesionales que hay aquí. Somos 510 y algunos llevan 20 años
– ¿Qué impresión le causaron? Tienen pasión por su trabajo y se lo toman muy en serio. Es gente muy involucrada.
– ¿Cuál es su relación con el personal? Soy una persona a la que le gusta relacionarse con el personal y me preocupo para que esté a gusto. Considero que cuando se llega a una unidad hay que hablar con la gente y escucharla para resolver sus problemas.
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– ¿Cómo fue el recibimiento? Soy la primera mujer coronel jefe del Regimiento de Guerra Electrónica Nº31 y la expectativa de cómo lo iba a hacer estaba ahí. Hoy, creo que están contentos y hay buen ambiente.
– Ocho meses después de su entrega de mando, ¿cuál es su balance? Es muy positivo. He visto cómo la guerra electrónica está adquiriendo mucha importancia y, por tanto, nuestra unidad. Se está haciendo un esfuerzo de dotarla de personal y material, y eso me enorgullece.
– ¿Qué aporta usted a su trabajo? 32 años de experiencia en el Ejército. Yo hago lo que me gusta que hagan conmigo. Si una persona quiere hacer un curso o necesita ayuda para conciliar su vida profesional con la familiar, le doy facilidades. El personal que tienes a cargo tiene que estar contento.
– ¿Qué le gusta más de su labor diaria? Relacionarme con el personal, cumplir con los objetivos que se nos marca, la satisfacción de que sirves para algo.
– En su vida profesional, ¿cuál ha sido su momento más feliz y el más complicado? Cada destino ha tenido buenos momentos. Los duros los suelo olvidar, son aquellos en los que te ha defraudado gente de tu alrededor. Me quedo con los satisfactorios, cuando me han apoyado. Yo valoro la lealtad.
– ¿Qué le diría a una persona que quiere ingresar en el REW31? Actualmente, es la unidad idónea para la juventud porque te permite formarte en temas, como la ciberdefensa, y salir a zona de operaciones
– ¿Conocía El Pardo antes de tener este destino? Sí, he venido muchas veces a comer y, como militar, he asistido a muchos actos.
– ¿Qué le parece el barrio? Me gusta el ambiente familiar que hay y que la gente se conozca. Te reciben de una manera muy cordial. Muchos pardeños se han acercado a hablar conmigo. El espíritu de acogimiento al personal que llega nuevo es enorme. En cuanto a los compañeros, tengo muy buena relación con los coroneles de la Guardia Real y del Servicio Cinológico de la Guardia Civil. También, con Patrimonio Nacional.
– ¿Cómo definiría al pardeño? Entrañable, noble y fraternal.
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