“Soy un privilegiado por trabajar en El Pardo y tener aquí a una de las primeras lectoras de mi tercer libro”, Pedro Rodríguez Ortega
Este hombre, que se define como “un fiel seguidor de la sonrisa”, llegó a nuestro barrio en 1997 cuando ingresó en la Guardia Real. Poco después, comenzó a escribir convirtiendo a sus compañeros en fieles lectores de un estilo que describe como “loco, divertido y sincero”. Hace un año publicó su tercera obra y está a punto de sacar la cuarta. Ambas, dignas de convertirse en una serie de Netflix
“Soy un fiel seguidor de la sonrisa y del bien para los míos”. Con estas palabras se presenta Pedro Rodríguez Ortega en la contraportada de su libro ‘Todo llega. Todo pasa. Nada acaba… por algo’. Una obra “erótica-festiva”, como él la define, que primero se hizo un hueco en las estanterías de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, y ahora ocupa parte de una balda de personas que no conoce pero ansía hacerlo.
Cuando el libro se publicó, hace ahora año y medio, El Pardo fue testigo de sus primeras lecturas. Y es que el autor lo llevó directo a su lugar de trabajo, la Guardia Real, para que lo leyera una de sus compañeras. “Me hacía ilusión que fuera ella una de las primeras lectoras. Se lo leyó en tres días y ¡el libro tiene 639 páginas!”, comenta a ElPardo.net. No obstante, y a pesar de la velocidad, su colega no tiene el récord. La mejor “marca” se la lleva otra persona, que también compartió con él muchas horas en los cuarteles pardeños, “ésta se lo devoró en día y medio”, nos dice riendo.

‘Todo llega. Todo pasa. Nada acaba… por algo’ es un libro que no podía no estar en El Pardo, un lugar que Pedro define como “la casa que me gustaría tener” y donde empezó a escribir hace más de 20 años.
El escritor llegó al barrio en el año 1997 cuando ingresó en la Guardia Real y, desde entonces, ha trabajado en varias de sus compañías; en el Escuadrón de Escolta Real, en Alabarderos… “Soy un privilegiado por estar aquí. Reconozco que tengo mucha suerte y estoy muy contento”, nos dice. Tan feliz le hace este lugar que ni los fines de semana pasa por alto una visita. “Vengo todos, todos, al gimnasio. Soy un defensor de ‘este centro psicológico’”, lo denomina.
Como guardia real, tiene muchos recuerdos especiales y custodia en su memoria lugares que también le han marcado de El Pardo. “La zona del río me parece increíble. Lo he cruzado nadando, corriendo, saltando… También me gusta el lugar cercano al desparecido restaurante El Faro. Perderte solo por allí es un privilegio. Tenéis mucha suerte los que vivís aquí”, manifiesta el escritor.
“No me importa lo que venda. Si con el libro ayudo a alguien, me doy por satisfecho”
Pedro ha vendido más de 300 ejemplares de ‘Todo llega. Todo pasa. Nada acaba… por algo’. Una cifra que para él es, eso, sólo una cifra. “Me da igual vender 300 que 3.000. Si con el libro he ayudado un poquito a alguien a superar una cosa de su cabeza, estoy satisfecho”, subraya.
Y lo ha hecho. La historia de Soledad, Nuria, Javier y Rodri, los protagonistas de la obra, además de mantener en vilo al lector desde la primera página a la última, ha servido para que más de uno siga hacia adelante en momentos complicados de su vida. “Hace unos meses me contaron que a una persona, que tenía problemas de amor, su psicólogo le recomendó mi libro. Se me ponen los pelos de punta cuando lo pienso”, comenta.
Ha habido más momentos increíbles para Pedro, como cuando lo tuvo por primera vez en sus manos y lloró de felicidad, y cuando lo presentó en la localidad valenciana de Chiva. El guardia real estuvo allí, después del paso de la Dana, haciendo funciones de policía militar. Días antes, ayudó en Paiporta. “La idea de presentarlo en Chiva fue de una señora que todos los días nos bajaba el desayuno. Vio en mis estados de WhatsApp que lo había escrito y llamó al concejal de cultura. En agosto, lo presenté durante las fiestas”, recuerda.
Para Pedro este es el mejor premio que puede recibir su libro y no ansía otro que no sea escuchar a sus lectores que les ha gustado y les ha ayudado. “Esa es mi mayor recompensa, aunque reconozco que me encantaría que ‘Todo llega. Todo pasa. Nada acaba… por algo’ se convirtiera en una serie de Netflix”, nos dice. Ingredientes no le faltan porque, como han manifestado sus lectores, “engancha y tiene un formato muy original”.
Pedro explica cuál es la razón de que su obra atrape de tal manera. “Todos tenemos algo de sus cuatro protagonistas y nos identificamos con ellos. Además, el estilo es loco, divertido y, sobre todo, sincero”, dice.
El guardia real y escritor anima a todo el mundo a escribir y no con la finalidad de publicar un libro. “Todos somos escritores. Todos hemos escrito alguna vez para nosotros y es muy bueno”, señala.
‘Todo llega. Todo pasa. Nada acaba… por algo’ no es la primera obra de Pedro Rodríguez Ortega. A él le preceden ‘Los siete sueños de un Cristo llamado Judas’, que no llegó a publicar, y ‘Elígeme porque esta noche soñaré contigo’, también digno de una serie televisiva. En breve, publicará el cuarto que lleva por título ‘7 minutos son dos vidas’, una obra que lleva 13 años gestándose y que vuelve a plasmar sobre el papel la locura que expresa el silencio del escritor.
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