Cáritas El Pardo, más de 40 años de acción caritativa y social

Hace más de 40 años, varios vecinos del barrio, entre los que se encontraban Felipe Guijo, Carlos Tamayo y Joaquín Barreda, fundaron Cáritas Parroquial Inmaculada Concepción de El Pardo. Por aquel entonces, muchas familias pardeñas pasaban por una situación delicada y este grupo empezó a trabajar desinteresadamente para cubrir sus necesidades más básicas.

Las crisis económicas y sanitaria que hemos vivido en la última década han hecho que el trabajo de esta entidad sea imprescindible en nuestro barrio. Y no solo porque las personas que llaman a sus puertas vuelven a casa con una bolsa de comida, sino porque la labor que allí se realiza va mucho más allá. “Los voluntarios de Cáritas El Pardo escuchamos y orientamos. A los que llegan les indicamos cómo vamos a ayudarles para salir de su situación. Aquí no vienen las personas a por un paquete de arroz y se van, no. Nuestro lema es: ‘te doy la caña y aprendes a pescar’”, nos explica Esther Bermúdez Álvarez. “La organización es exhaustiva -añade- Realizamos seguimientos semanales a todos los tutorados (como se denomina a los hombres y mujeres que son atendidos). Nos reunimos de forma confidencial con ellos, les preguntamos… Este trabajo es necesario y lo más importante es que es maravilloso, porque a Cáritas El Pardo viene gente destrozada y se va esperanzada”.

Esther es una de las voluntarias de la organización. Cuando comenzó a colaborar, en 2016, volcó toda la experiencia que había adquirido en el Servicio de Orientación e Información para el Empleo (SOIE), donde trabajó desinteresadamente durante cuatro años. “Al llegar, me encargué de la parte administrativa; creé las fichas de acogida, un correo electrónico, diseñé la cartelería… En definitiva, me ocupé del protocolo administrativo que Cáritas Madrid exige a las entidades parroquiales como la nuestra”, añade.

Una representación del grupo de voluntarios de Cáritas El Pardo.

Los voluntarios

Actualmente, en Cáritas El Pardo colaboran unos diez voluntarios que se reúnen los miércoles en su sede, ubicada en la iglesia, para atender a los tutorados y organizar actividades puntuales, como la operación kilo. También, a lo largo de la semana, hacen visitas a domicilios o acuden al centro de día. Aunque, con la pandemia, ha bajado bastante esta atención personalizada.

La formación de los voluntarios es imprescindible. Todas las personas que colaboran en Cáritas El Pardo han realizado cursos, que les ha servido para conocer la organización y desarrollar su labor de la mejor forma posible. “No solo vale la voluntad. Hay que saber cómo hacer una acogida, cómo ir más allá, si hay que derivar a un determinado servicio u otro… También, es necesario conocer la filosofía de Cáritas y sus proyectos”, nos explica Bermúdez. Por otra parte, durante el tiempo que desarrollan su labor, los voluntarios cuentan con la ayuda del P.R.A, que es la persona de referencia del arciprestazgo que les guía y orienta.

Cómo ayudar

La campaña Operación kilo se organiza cuando se acerca la Navidad y finaliza el día de Nochebuena con la entrega de lo recaudado a las familias tutoradas. Es una actividad puntual que se suma a las permanentes de Cáritas El Pardo y en las que todos los pardeños podemos colaborar. Así, tenemos la oportunidad de aportar ayuda económica en las huchas que están en La Tienda de Kike y La Marquesita o en el buzón de la iglesia. También, existe la opción de colaborar llenando lo que los voluntarios han llamado ‘La caja mágica’ que, como nos comenta Esther, “es el baúl que está en la entrada de la iglesia en el que se puede depositar comida no perecedera”.

Igualmente, podemos ofrecer nuestro tiempo. La entidad abre sus puertas a todos los que quieran ser voluntarios. “Es una labor preciosa. Se lo recomiendo a todo el mundo. Hasta que no arreglas un poco la vida de esa persona que lo necesita, no paras. Esta experiencia es lo más bonito que he tenido en mi vida”, subraya. “Seguro que les sucede lo mismo a mis compañeros; Pili Tamayo, Pili Galo, Maritina, Cuca, Nando Zufía, Maritere, Maricarmen, … Y a los que colaboraron en su día, como Marina Zufía, Eustaquio Zamora y su mujer, Carmen Galo, Loli, Auxi…”.

Esther Bermúdez Álvarez, junto a ‘la caja mágica’.

La colaboración del Banco de Alimentos

Una de las mejores noticias que ha recibido Cáritas El Pardo este año ha sido la colaboración del Banco de Alimentos. Una vez al mes, la entidad pardeña recibe comida de esta institución y la entrega a sus tutorados. “Nos dan unos 200 kilos. Esta ayuda nos ha venido fenomenal porque la situación actual no es buena”, concluye Esther.

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