“Exponer en El Pardo es una oportunidad que me abre más puertas”, Irene Velasco

Hasta el 3 de enero de 2024, podemos ver en el Centro Sociocultural Alfonso XII ‘Mujeres. Una mirada sin sesgos’, la exposición de pintura de Irene Velasco. Esta joven, que firma como Altair y se ha formado en diseño de moda e ilustración, da visibilidad a féminas de todo el mundo y de diferentes etnias

• ¿Cuándo comenzó a pintar? Siendo pequeña. Era lo que más me tranquilizaba y el momento en el que mis padres tenían un poco de paz. (ríe). Estaba obsesionada con pintar vestidos de novia, aunque también me gustaba otro tipo de ropa y los animales.

• ¿En qué momento dejó de ser una afición? Después de estudiar diseño de moda, hice un máster en ilustración. Me aconsejó cursarlo una compañera de la firma Ágatha Ruiz de la Prada, donde hice prácticas y trabajé. Cuando le enseñé mis trabajos, me animó a hacer una exposición, pero no di el paso en ese momento.
• ¿Cuándo lo hizo? Después de aquello, opté por trabajar de manera más profesional y organicé una muestra en Tres Cantos, en Miguelturra (Ciudad Real), en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés…

• ¿Qué le animó a exponer? Hasta entonces, pintaba porque me entretenía. Pensaba que no estaba en el nivel de gustar a otras personas. No le daba valor a mi trabajo, luego empecé a dárselo.

• El mundo del arte es complicado. Sí, lo es. El arte es algo muy subjetivo, mandan los ojos de quien lo ve. Por otro lado, hay mucha competencia y  gente con mucho nivel. Es difícil desmarcarse de alguna manera.

• ¿Qué supone para usted exponer en El Pardo? Que me hayan cedido un espacio en el Centro Sociocultural Alfonso XII es una oportunidad que me abre más puertas. Estoy encantada.

• Háblenos de la muestra. La exposición se titula ‘Mujeres. Una mirada sin sesgos’ y cuenta con 15 cuadros. Es mi visión, el cómo retrato yo a las mujeres para darles visibilidad. Estamos en una sociedad de muchos prejuicios y tenemos que quitarnos de todas esas cosas. He pintado féminas de todo el mundo y diferentes etnias.

• Firma como Altair, ¿cuál es la razón? Cuando yo nací, mis padres pensaron dos nombres para mí; Irene y Altair. Cuando me enteré, pensé que era muy bonito y me hubiera gustado tenerlo. Como no fue posible y para quitarme esa frustración, opté porque fuera mi nombre artístico. Altair tiene un significado muy bonito. Es la estrella más brillante de la constelación del Águila.

• ¿Qué espera que le aporte la exposición de El Pardo? Yo creo que a la gente le gusta. Sé que está teniendo buena acogida porque es diferente a otras. He utilizado tamaños y técnicas diversas; acrílicos, mezcla de ceras y spray… Además, hay volúmenes que he conseguido empleando trozos de tela y espejos.

• ¿Cómo surge la creación de estos cuadros? Comienzo buscando imágenes y seleccionando las que me gustan y reflejan algo. Después, pinto lo que me va surgiendo e imagino. Voy bocetando, rehaciendo… Así, hasta que me gusta el resultado final.

• ¿Cuántas horas al día le dedica a la pintura? Menos de las que me gustaría, porque trabajo en un colegio entrenando baloncesto e impartiendo clases de arte, además de gestionar las extraescolares de esta materia.
• ¿Recibe encargos? Muchos, sobre todo de retratos de personas y perritos.

• ¿Conocía El Pardo antes de exponer aquí? He venido mucho con mi familia siendo niña. Pasábamos el día en el monte. Hacía mucho que no lo visitaba y me ha gustado volver. No lo recordaba tan bonito. Es una zona que merece la pena venir. No tenía pensado pintar nada de la zona, pero si me sugiere nuevas ideas, lo haré. Estos paisajes tienen posibilidades. Invitan.

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